lunedì 30 agosto 2010

del balcón de barrio

Las nubes de humo de los fuegos artificiales se alejan más rápido, como si quisieran deshacerse de la nostalgia que llevan los disparos.
Melancolía, ella también artificial.
Provocada, buscada, autolesión.
Siento las tripas extirpadas y el estomago en carne viva.
Revuelta, vaciada, agarrada, tirada, empujada, aplastada, tragada y vomitada.
Pienso de nuevo en el humo de las falsas lluvias de brillo, en su ritmo acelerado y a su desvanecer lejano. Lo sigo con la mirada. No alcanzo verlo confundirse en la noche.
Se fue,
él que de polvo mágico terminó oscuridad.

Nessun commento:

Posta un commento